aclariador
2005-08-19 21:45:08 UTC
EL COMERCIO del Viernes, 19 de agosto de 2005, por J. A. GARCÍA/GIJÓN
IU reconoce que la oficialidad del bable no será su máxima prioridad en la
negociación del Estatuto
Su Consejo Político celebrará a finales de setiembre un debate para definir
las líneas básicas de su estrategia Los dirigentes de la coalición son
«conscientes» del rechazo que la reivindicación provoca en la FSA
Izquierda Unida admite que la oficialidad del asturiano no será su máxima
prioridad en la negociación sobre la reforma estatutaria. Miembros
representantivos de la organización asumen la dificultad que representa
llevar esta reivindicación al debate, conocedores del rechazo que suscita la
propuesta en el seno del Partido Socialista, y sopesan renunciar a este
planteamiento en función de otras propuestas que serían más importantes para
la coalición. IU celebrará a finales de setiembre una reunión de su Consejo
Político que servirá para definir las líneas básicas que defenderán cuando
se aborde el nuevo texto estatutario.
El órdago lanzado el miércoles por el portavoz nacional del Bloque por
Asturies, Rafael Palacios, a sus dos socios en el gobierno regional no
parece que vaya a alterar la estrategia que Izquierda Unida defenderá en el
debate parlamentario. Palacios aseguró que su formación no mantendrá
alianzas con ningún grupo político que suscriba una reforma estatutaria que
no incluya el asturiano como lengua oficial y amenazó incluso con abandonar
el Gobierno autonómico si se producía esta circunstancia.
Si bien IU, como organización política, comparte en su mayoría los mismos
deseos de oficialidad que defiende el Bloque, un alto porcentaje de sus
dirigentes asumen la complejidad de convertir esta aspiración en una
realidad y no contemplan la ruptura del pacto del ejecutivo, tal y como
amenazaron los dirigentes del Bloque.
La Federación Socialista Asturiana (FSA) dejó claro en los acuerdos de
gobierno que no aceptaría una propuesta que signifique el reconocimiento del
asturiano como una lengua oficial. Conscientes de este obstáculo, la
Presidencia de IU tiene ahora que determinar qué elementos serán
«imprescindibles» para apoyar la aprobación del estatuto, conscientes de las
concesiones que supone una negociación.
En esta lista de requisitos básicos puede caerse el reconocimiento del
asturiano, al menos, el techo que representa la oficialidad. El núcleo más
importante de la coalición no quieren renunciar de partida a este objetivo
y, por ese motivo, han ocultado las cartas hasta el comienzo de las
conversaciones. Su propósito es conocer qué posiciones adoptarán otras
formaciones, como el PP, que, según recuerda IU, no ha desvelado cuál es su
postura definitiva sobre el papel que debe jugar la llingua en el estatuto.
Mientras llega el debate, la dirección expresa todavía su confianza en
«poder cambiar» las posiciones defendidas por el PSOE.
Corrientes de opinión
Según fuentes de la organización, la oficialidad podría dejar de ser una
prioridad si a cambio reciben una respuesta positiva a otras propuestas que
incluye en su programa, por ejemplo, la supresión de las tres
cincunscripciones electorales, que cuenta con el rechazo tanto del PSOE como
del PP. Esta iniciativa permitiría a la coalición tener más representación
parlamentaria -dos diputados más, calculan- y, por tanto, tener más
influencia en el escenario político asturiano.
Hace unas semanas, en declaraciones a este periódico, uno de los pocos
alcaldes de IU, José Sierra, regidor de Grado, reconocía que la
cooficialidad «no era un asunto prioritario». Su posición es compartida por
otros miembros de la coalición que establecen otro tipo de preferencias a la
hora de negociar la reforma del estatuto y se «conforman» con que el texto
que se elabore contemple avances y deje abierta la puerta a un futuro
reconocimiento.
No obstante, dentro de la coalición conviven distintas corrientes de opinión
sobre la oficialidad. El consejero de IU Francisco Javier García Valledor,
es una de las personas más comprometidas con el asturiano y lidera un frente
favorable a exigir el reconocimiento.
Dentro de los sectores críticos de la organización existe consenso sobre el
respaldo a la llingua, aunque la gran mayoría sostiene que la oficialidad
está considerado como un elemento más de la negociación. Así lo han hecho
saber el movimiento renovador que encabeza Alejandro López e, incluso, el
sector crítico, liderado por la asamblea de Oviedo. En este último caso es
donde se han generado los mayores reproches después de que la coalición
portase la bandera de la oficialidad. Algunos miembros llegaron a
desvincularse de esta actuación por considerar que suponía un acercamiento a
la «burguesía nacionalista».
http://www.elcomerciodigital.com/pg050819/prensa/noticias/Politica/200508/19/GIJ-POL-058.html
IU reconoce que la oficialidad del bable no será su máxima prioridad en la
negociación del Estatuto
Su Consejo Político celebrará a finales de setiembre un debate para definir
las líneas básicas de su estrategia Los dirigentes de la coalición son
«conscientes» del rechazo que la reivindicación provoca en la FSA
Izquierda Unida admite que la oficialidad del asturiano no será su máxima
prioridad en la negociación sobre la reforma estatutaria. Miembros
representantivos de la organización asumen la dificultad que representa
llevar esta reivindicación al debate, conocedores del rechazo que suscita la
propuesta en el seno del Partido Socialista, y sopesan renunciar a este
planteamiento en función de otras propuestas que serían más importantes para
la coalición. IU celebrará a finales de setiembre una reunión de su Consejo
Político que servirá para definir las líneas básicas que defenderán cuando
se aborde el nuevo texto estatutario.
El órdago lanzado el miércoles por el portavoz nacional del Bloque por
Asturies, Rafael Palacios, a sus dos socios en el gobierno regional no
parece que vaya a alterar la estrategia que Izquierda Unida defenderá en el
debate parlamentario. Palacios aseguró que su formación no mantendrá
alianzas con ningún grupo político que suscriba una reforma estatutaria que
no incluya el asturiano como lengua oficial y amenazó incluso con abandonar
el Gobierno autonómico si se producía esta circunstancia.
Si bien IU, como organización política, comparte en su mayoría los mismos
deseos de oficialidad que defiende el Bloque, un alto porcentaje de sus
dirigentes asumen la complejidad de convertir esta aspiración en una
realidad y no contemplan la ruptura del pacto del ejecutivo, tal y como
amenazaron los dirigentes del Bloque.
La Federación Socialista Asturiana (FSA) dejó claro en los acuerdos de
gobierno que no aceptaría una propuesta que signifique el reconocimiento del
asturiano como una lengua oficial. Conscientes de este obstáculo, la
Presidencia de IU tiene ahora que determinar qué elementos serán
«imprescindibles» para apoyar la aprobación del estatuto, conscientes de las
concesiones que supone una negociación.
En esta lista de requisitos básicos puede caerse el reconocimiento del
asturiano, al menos, el techo que representa la oficialidad. El núcleo más
importante de la coalición no quieren renunciar de partida a este objetivo
y, por ese motivo, han ocultado las cartas hasta el comienzo de las
conversaciones. Su propósito es conocer qué posiciones adoptarán otras
formaciones, como el PP, que, según recuerda IU, no ha desvelado cuál es su
postura definitiva sobre el papel que debe jugar la llingua en el estatuto.
Mientras llega el debate, la dirección expresa todavía su confianza en
«poder cambiar» las posiciones defendidas por el PSOE.
Corrientes de opinión
Según fuentes de la organización, la oficialidad podría dejar de ser una
prioridad si a cambio reciben una respuesta positiva a otras propuestas que
incluye en su programa, por ejemplo, la supresión de las tres
cincunscripciones electorales, que cuenta con el rechazo tanto del PSOE como
del PP. Esta iniciativa permitiría a la coalición tener más representación
parlamentaria -dos diputados más, calculan- y, por tanto, tener más
influencia en el escenario político asturiano.
Hace unas semanas, en declaraciones a este periódico, uno de los pocos
alcaldes de IU, José Sierra, regidor de Grado, reconocía que la
cooficialidad «no era un asunto prioritario». Su posición es compartida por
otros miembros de la coalición que establecen otro tipo de preferencias a la
hora de negociar la reforma del estatuto y se «conforman» con que el texto
que se elabore contemple avances y deje abierta la puerta a un futuro
reconocimiento.
No obstante, dentro de la coalición conviven distintas corrientes de opinión
sobre la oficialidad. El consejero de IU Francisco Javier García Valledor,
es una de las personas más comprometidas con el asturiano y lidera un frente
favorable a exigir el reconocimiento.
Dentro de los sectores críticos de la organización existe consenso sobre el
respaldo a la llingua, aunque la gran mayoría sostiene que la oficialidad
está considerado como un elemento más de la negociación. Así lo han hecho
saber el movimiento renovador que encabeza Alejandro López e, incluso, el
sector crítico, liderado por la asamblea de Oviedo. En este último caso es
donde se han generado los mayores reproches después de que la coalición
portase la bandera de la oficialidad. Algunos miembros llegaron a
desvincularse de esta actuación por considerar que suponía un acercamiento a
la «burguesía nacionalista».
http://www.elcomerciodigital.com/pg050819/prensa/noticias/Politica/200508/19/GIJ-POL-058.html